Grandes MITOS del deporte y el entrenamiento
Un cuerpo Saludable con PersonalTrainer Bogotá
Hola a todos! En este nuevo post, me gustaría hablar sobre los grandes Mitos del deporte y del entrenamiento, que aún, hoy por hoy, están fuertemente arraigados entre las personas y gente que se inicia en este mundo.
Me gustaría empezar comentando los tres grandes mitos que a mi parecer son los más serios y conocidos, y aunque hay gente que aún está equivocada al respecto, cada vez hay menos por suerte:
Mito 1. Para eliminar la grasa del abdomen hay que hacer abdominales.
Mucha gente sigue creyendo aún que para adelgazar y eliminar la grasa del abdomen tiene que hacer ejercicios abdominales. Sin embargo, hacer abdominales hasta la saciedad no hará que reduzcamos la grasa de esa zona. El cuerpo, hagamos el ejercicio que hagamos, siempre quema la grasa de manera general, no de manera localizada.
Es cierto que hay zonas en las que la grasa se pierde antes y otras en las que se resiste a desaparecer, pero aun así, por mucho que se trate de eliminar esa grasa ejercitando esa zona, no se conseguirá una pérdida de grasa en la misma. Además, los ejercicios abdominales son ejercicios localizados que conllevan un bajo gasto energético.
Por lo tanto si lo que se quiere es eliminar la grasa abdominal, lo mejor es hacer una mezcla de ejercicios aeróbicos (correr, nadar, bicicleta, etc. a un ritmo medio/alto) y anaeróbicos (ejercicios con pesas, correr, nadar, etc. a nuestra máxima capacidad). También es importante llevar una dieta que nos facilite la pérdida de peso de la manera adecuada.
Mito 2. Sudar es sinónimo de quemar grasa
Cuantas veces habremos visto a gente abrigada haciendo deporte, incluso en épocas de calor, sudando hasta la saciedad. Este hecho suele responder a la creencia de que el sudor es señal de que estamos quemando depósitos de grasa, pero la realidad es muy distinta. A través del sudor se pierde agua y sales minerales, pero no grasa.
La grasa que usamos como energía no sale por nuestros poros en forma de sudor, se disipa en forma de energía y calor. El peso que podamos perder después de haber hecho una actividad física intensa no proviene de la pérdida de grasa sino de la pérdida de agua que perdemos con el sudor. Por eso, el peso que hayamos perdido vuelve a su valor inicial una vez que nos rehidratamos y recuperamos el líquido perdido.
Además, ir demasiado abrigado puede ser contraproducente, ya que al sudar más nos deshidrataremos, y como consecuencia, nos fatigaremos antes.
Por lo tanto, si eres de los que les gusta ir bien abrigados cuando haces una actividad deportiva, deja de hacerlo, porque aparte de no tener ningún beneficio estarás interfiriendo en tu rendimiento.
Mito 3. Las agujetas se quitan tomando agua con azúcar
Este mito muy extendido está basado en la teoría sobre el ácido láctico como generador de agujetas (o como se conocen en medicina, mialgia diferida). Según esta teoría, las agujetas se forman por la cristalización del ácido láctico resultante de la actividad metabólica en las células musculares. Lo que se pretende al tomar agua con azúcar es eliminar estos cristales de ácido láctico.
Sin embargo, esta teoría ya no tiene validez científica, pues a día de hoy se sabe que estos cristales ni siquiera están presentes en el músculo después del entrenamiento, pues van a parar rápidamente a la sangre.
Además disponemos de una prueba irrefutable, las personas con la Enfermedad de McArdle son incapaces de producir ácido láctico y sin embargo sufren de ellas.
La teoría más aceptada por la comunidad científica es la de las micro-roturas de fibras musculares. Según esta teoría las agujetas son el resultado de roturas musculares a nivel microscópico durante la práctica de ejercicios en los que predominan las contracciones excéntricas, es decir, en aquellas en las que la tensión que genera el músculo es menor que la resistencia externa que se le aplica (la fase negativa en un curl de biceps por ejemplo).
Otros mitos que también existen y pueden ser más desconocidos:
Mito 4. No tomes agua durante el ejercicio!
Mucha gente cree que si no toma agua durante el ejercicio, mejorará su rendimiento y la verdad es que están completamente equivocados: hay que hidratarse continuamente, para mantenernos en un estado ideal para resistir la intensidad del ejercicio y cuidar así nuestro cuerpo. Cuando realizamos una actividad de mucha intensidad se suda con abundancia, lo que nos lleva a perder mucha agua, la cual debe ser reemplazada con regularidad o nos podemos deshidratar y por tanto, bajará nuestro rendimiento y podremos tener problemas más serios.
Mito 5. Cuando no entrenas, el musculo se convierte en grasa
Nada más lejos de la realidad, músculo y grasa son independientes. Si una persona deja de entrenar, sus músculos hipertrofiados se reducirán y volverán a su forma inicial. Si esa persona no cuida su dieta, posiblemente también aumentará la grasa. De ahí nace el mito y la falsa apreciación de que el musculo se convierte en grasa.
Mito 6. Estirar estáticamente siempre antes de entrenar
Existen varios estudios científicos que demuestran que los estiramientos estáticos antes del entrenamiento hacen perder potencia y debilita el musculo lo que puede ser un hándicap para producir una lesión. Esto no quiere decir que sea malo, de hecho, horas después del entrenamiento es totalmente recomendado, o en sesiones específicas para la mejora de flexibilidad. Una buena recomendación seria calentar SIEMPRE antes de cualquier actividad, aumentando la intensidad progresivamente y realizando estiramientos dinámicos de la o las articulaciones que van a trabajar.
Mito 7. Si una mujer entrena hipertrofiará igual que un hombre
Cuántas veces hemos escuchado a una mujer decir: “yo quiero entrenar pero no quiero ponerme hancha como tú”, o algo similar, como si fuera fácil lograrlo!
El temor generalizado que las mujeres le tienen al entrenamiento con pesas parece estar ligado a desarrollar musculatura o verse “demasiado musculadas”, pero eso no es tan sencillo como hacer unas cuantas sesiones de pesas para lograrlo.
A las mujeres siempre les será más difícil ganar músculo, una de las hormonas que regula nuestro nivel de masa muscular es la testosterona, hormona muy pronunciada en el hombre y muy escasa en las mujeres, además la mujer tiene unos niveles de estrógenos muy altos, con lo que la grasa se distribuye en caderas y muslos y es antagónica a la testosterona.
Si la testosterona promueve el desarrollo muscular junto con signos masculinos como voz gruesa, densidad ósea, rasgos faciales angulados y vello facial, los estrógenos promueven todo lo contrario, estos son condicionantes para que las mujeres por regla general, salvo algunas excepciones de mujeres musculadas genéticamente, posean un desarrollo muscular limitado.
Una mujer tiene que luchar contra su condición para poder conseguir masa muscular, por eso los típicos comentarios de que se ponen muy grandes, o pierden feminidad, carecen de todo fundamento. Las mujeres que entrenan con pesos son mujeres con mayor tono muscular, posturas corregidas, menores niveles de grasa corporal, seguras de sí mismas, y más sanas tanto física como mentalmente, la disciplina de este deporte da seguridad en uno mismo